Friday 7 August 2015

Ese tesoro llamado libro

Leyendo en un banquito del jardín de la casa se me acerca una joven a preguntar qué estoy leyendo. Quiere saber qué idioma es, sobre qué trata y dónde lo he conseguido. Le fascinan las partes que le cuento y me agradece muchísimo el tiempo antes de marcharse. Luego vienen otras dos, y hacen las mismas preguntas. Quieren intentar leer trozos a ver si los entienden. Cada frase les parece interesantísima. Me agradecen dejarles leer y se marchan entre risitas, orgullosas. Después aparece otra pareja de chicas. Lo mismo de antes. Finalmente entablo una larga conversación con ellas (ya se ha juntado un grupito curioso) y les pregunto si tienen libros propios o pueden acceder a bibliotecas. Responden que no, que aquí sólo los profesores tienen libros. Queda clarísimo que ansían libros; no pueden dejar de intentar descifrar lo que pone en cada capítulo, que además está en español. Se me cae el alma a los pies (con lo que cuesta que un niño español deje el iPad o la consolita para coger un cuento..), pero me entran mariposillas en el estómago al pensar en el futuro proyecto que tenemos planeado llevar desde España. Será difícil, pero queda claro que recaudar fondos para una biblioteca es una gran inversión para ellas. Ya os explicaré a todos los que estéis leyendo esto lo que tenemos pensado en mayor detalle, -con una cañita delante y tiempo para profundizar, mucho mejor-, y como digo será un proyecto complicado, pero estos mini encuentros que se suceden en la casa han puesto de manifiesto que realmente merecerá la pena...
Tanto que no existe una foto para este post.

No comments:

Post a Comment